A lo largo de su carrera y su educación odontológica, sin duda se encontrará con frecuencia con la hipersensibilidad de la dentina. En este artículo, exploraremos las causas de este problema tan común y reflexionaremos sobre por qué algunas personas son más susceptibles a la sensibilidad que otras. Además, hablaremos de las mejores prácticas actuales para diagnosticar y tratar la hipersensibilidad de la dentina en sus pacientes.
¿Qué es la hipersensibilidad de la dentina?
La hipersensibilidad de la dentina se define como un dolor corto y agudo que se da cuando la dentina queda expuesta (sobre todo cuando se trata de túbulos dentinarios abiertos) como respuesta a un estímulo particular, y que no puede explicarse por ningún otro problema o enfermedad bucal, como lo son las caries. Los túbulos dentinarios son canales angostos llenos de líquido que llegan hasta la pulpa del diente. Se cree que la hipersensibilidad de la dentina es el resultado de un movimiento del líquido al interior de los túbulos dentinarios, el cual genera un estímulo en los nervios y causa el dolor tan característico de la hipersensibilidad de la dentina en presencia de un estímulo.
Algunos de estos estímulos incluyen los siguientes:
- Bebidas y alimentos calientes o fríos
- Aire frío
- Bebidas y alimentos azucarados o ácidos
- Contacto o presión, por ejemplo durante el cepillado dental
¿Qué hace que algunas personas sean más susceptibles a la sensibilidad que otras?
Se cree que hasta el 57 % de las y los pacientes sufre de hipersensibilidad de la dentina, pero algunas personas son más susceptibles que otras. Se descubrió, por ejemplo, que las personas con sensibilidad tenían más túbulos dentinarios que las demás.
La dentina queda expuesta cuando se da una pérdida del esmalte y/o del cemento que la cubre. Las causas de la pérdida de esmalte incluyen las siguientes:
- Desgaste, a menudo causado por bruxismo (rechinar los dientes).
- Abrasión, a menudo causada por cepillarse los dientes con demasiada fuerza.
- Desgaste por ácidos no bacterianos.
La abrasión y el desgaste también pueden causar la pérdida de cemento radicular.
El desgaste es una causa común de la pérdida de esmalte y es el resultado de exponer los dientes a ácidos extrínsecos (por lo general por un consumo repetido de bebidas y alimentos ácidos) y a ácido gástrico presente al interior de la boca por vómito frecuente o por la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE). Al principio, estos ácidos dan lugar a una pérdida de minerales en la superficie del esmalte dental (desmineralización), volviéndolo más blando. La pérdida del esmalte ocurre más adelante en el proceso, una vez que se ha ablandado. La saliva funciona como amortiguador del pH intraoral y ayuda a evitar o a acotar bajas dañinas en el pH. Las proteínas salivales también protegen a los dientes contra el desgaste. Juntos, estos factores constituyen los beneficios protectores de la saliva. No solo eso: la saliva también suministra calcio y fosfato para la remineralización de los dientes. Sin embargo, este proceso se ve limitado cuando hay desgaste. Con el tiempo, una pérdida neta de minerales con una exposición repetida a cantidades excesivas de ácidos hace que el desgaste se convierta en una pérdida de esmalte irreversible. El cemento radicular, por su parte, no es tan fuerte ni tan grueso como el esmalte. Eso quiere decir que, si las superficies de la raíz están expuestas, el desgaste puede avanzar con rapidez y causar la pérdida del cemento radicular expuesto.
¿Cómo se diagnostica la hipersensibilidad de la dentina?
A pesar de la alta prevalencia de la hipersensibilidad de la dentina, muchas personas toman la sensibilidad de sus dientes como parte normal de la vida y no buscan ningún tratamiento. Por ello, una buena práctica es actuar de forma proactiva y empezar una conversación al respecto con sus pacientes en cada consulta.
Si sus pacientes reportan sensibilidad, el primer paso es entender su dolor con precisión. Algunas preguntas que podría hacer son las siguientes:
- ¿Cuándo comenzó el dolor?
- ¿Puede descubrir su dolor? ¿Es, por ejemplo, corto, agudo o punzante?
- ¿Hay desencadenantes particulares para el dolor?
- ¿Qué ayuda a aliviar el dolor?
- ¿Cuánto tiempo dura el dolor?
- ¿Qué tan intenso es el dolor?
Dado que sus pacientes no siempre reportarán sentir sensibilidad, también es importante hacer preguntas exploratorias que puedan dar lugar a una conversación más a profundidad.
A continuación, podrá hablar sobre el historial médico de su paciente, sus hábitos de salud bucal y sus comportamientos y estilo de vida para identificar factores de riesgo, así como llevar a cabo un examen clínico. La hipersensibilidad de la dentina se diagnostica por exclusión, por lo que usted deberá realizar diagnósticos diferenciales primero para descartar otros problemas, como las caries.
Como parte del examen clínico, usted podría intentar reproducir el dolor de su paciente. Así, podría usar agua caliente y fría para intentar replicar desencadenantes térmicos o usar un explorador dental para replicar un estímulo táctil. Esto no solo le ayudará a confirmar el vínculo entre el dolor y el estímulo, sino que le ayudará a medir la gravedad de los síntomas y a crear un plan de tratamiento apropiado.
El dolor es una experiencia subjetiva que puede variar enormemente de persona en persona. Sin embargo, existen formas objetivas de medir el dolor. Una de estas herramientas es la Escala Visual Análoga (EVA), que consiste en pedirle a su paciente que ubique la gravedad de su dolor en una escala continua de 10 cm. 0 cm significa que no hay dolor, mientras que más de 5 cm se considera dolor. Si su paciente reporta una sensibilidad específica al aire frío, puede usar la Escala de Sensibilidad al Aire Frío de Schiff, para medir su reacción a una ráfaga de aire frío.
¿Cómo se trata la hipersensibilidad de la dentina?
Una vez llegado a un diagnóstico hipersensibilidad dental, puede brindarse un tratamiento. Este puede consistir en la aplicación de productos en el consultorio y/o en casa. Estos funcionan de una de dos formas, ya sea ocluyendo los túbulos dentinarios, lo cual evita el movimiento del líquido tubular, o usando un agente de despolarización que evite la transmisión de las señales de dolor.
Como tratamiento en el consultorio, puede aplicar un barniz de fluoruro sódico al 5 % (22,600 ppm de fluoruro). Algunos brindan un alivio inmediato y duradero de la sensibilidad después de su aplicación. Otra opción para el consultorio (en este caso para aliviar la sensibilidad antes de un tratamiento y así evitar, por ejemplo, causar dolor al usar la jeringa de agua y aire) es usar un suero especial para la sensibilidad. Existen algunos que contienen bicarbonato de arginina y carbonato de calcio para ocluir los túbulos dentinarios. La sensibilidad se puede aliviar rápidamente después de aplicar el gel directamente sobre el diente sensible con la punta de un dedo enguantado y masajeando el área durante 1 minuto. Después, el o la paciente puede llevarse lo que quede en el tubo para aliviar su sensibilidad en casa. Esta tecnología está disponible en Europa en forma de una pasta dental desensibilizante para usar en casa.
A menudo, la hipersensibilidad de la dentina se controla en casa mediante el uso de pastas dentales fluoradas para la sensibilidad dental o con pastas dentales con nitrato potásico. El fluoruro de estaño y el flúor de amina (disponible en Europa) brindan alivio para la sensibilidad al bloquear los túbulos dentinarios. También existen pastas dentales con fluoruro de estaño. A nivel intraoral, los iones de estaño forman compuestos ricos en este mineral que ocluyen los túbulos dentinarios y depositan una capa de esta sustancia sobre la superficie del diente. El nitrato potásico, en cambio, es un agente despolarizante que llega al nervio e impide la transmisión de las señales de dolor al cerebro. Hay pastas dentales que contienen tanto nitrato potásico para un alivio duradero de la sensibilidad, cuando se usa con regularidad, como fluoruro sódico para ayudar a proteger a los dientes contra las caries.
Es importante que les enseñemos a nuestros pacientes cómo cuidar de sus dientes para ayudar a suprimir otras causas que puedan contribuir al dolor. Su paciente podría requerir, por ejemplo:
- Asesoramiento nutricional para minimizar su consumo de ácidos extrínsecos, así como
- Remitir a la persona a un médico general en caso de que haya problemas relevantes asociados con vómito frecuente, como, por ejemplo, bulimia.